No nos gustan los cambios. Es más solemos verlos cuando son malos, mejor dicho cuando nos perjudican. Entonces es cuando vemos que algo ha cambiado. Cuando ya no tenemos algo o lo tenemos menos. Cuando esa sonrisa ya no esta ahí por nosotros. Cuando vemos esas conversaciones de horas y horas, y ahora tan solo hablamos cuando queremos algo.
Llamadme rara. Pero yo no solo veo esos cambios, también veo los buenos en otras personas. Cuando esas dos miradas se juntas y antes era con otra persona, pero la de ahora le hace más feliz, le hace sentir mejor. Cuando hablo por hablar, por pasar el rato con esas personas no las dejo de lado. Esas personas han estado ahí tal vez no hable con ellas tanto como antes, o no les cuente las mismas cosas. Pero si les cuento lo mismo que antes, les informo de mi felicidad, más que de mi tristeza. Y son las primeras que notan mis días malos y me apoyan.
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